El mayor asteroide del Sistema Solar, Ceres, está lleno de agua, que una vez fue líquida y abarcó todo este mundo, según ha encontrado la nave espacial Dawn de la NASA.
“Es agua exudada”, dice Thomas Prettyman, ingeniero nuclear en el Instituto de Ciencia Planetaria en Tucson, Arizona, que dirigió el equipo que construyó un instrumento de contabilidad de neutrones a bordo de Dawn, y cuyos hallazgos se han publicado en Science
Hoy en día, el agua está congelada en forma de hielo, llenando los espacios de poros en el interior de Ceres, o acaba dentro de minerales hidratados en la superficie. Hace miles de millones de años atrás, a principios de la historia de Ceres, el calor sobrante de la formación del Sistema Solar probablemente mantuvo caliente en el interior del asteroide. Esto permitió que el agua fluyera, ayudando a separar Ceres en capas de roca y hielo.
El descubrimiento se suma a una creciente conciencia de Ceres como un mundo activo y húmedo que empuja los límites de lo que significa ser un planeta. Hoy luce un volcán de hielo de cuatro kilómetros de altura y puntos brillantes de sal mezclados con hielo y roca.
Con 940 kilómetros de diámetro, Ceres es tan grande que contiene aproximadamente un tercio de toda la masa del cinturón de asteroides, y técnicamente es tanto un asteroide como un planeta enano. Los investigadores sabían que Ceres era rico en agua sobre la base de las densidad estimada, mediante el estudio de la luz reflejada en los minerales hidratados en su superficie y porque detectaron agua aparentemente humeando de ella. Pero no sabían exactamente la cantidad de agua que había hasta que Dawn se presentó allí en marzo de 2015.
La nave espacial estudia elementos químicos contabilizando los rayos gamma y los neutrones que salen reflejados de Ceres a medida que los rayos cósmicos la bombardean. El equipo de Prettyman generó un mapa de hidrógeno del asteroide, que aparece en hielo de agua y minerales hidratados.
Los niveles de hidrógeno fueron más ricos entre latitudes medias y altas, con las mayores concentraciones – hasta un 30% de agua – presentes en el polo norte. Alrededor del ecuador, el agua congelada probablemente se sublimó en el espacio y desecó la superficie de Ceres, dice Prettyman. “Un astronauta tendría que cavar alrededor de un metro para encontrar agua congelada, mientras que en el polo norte simplemente arrastraría la pala y encontraría la capa de hielo”, explica.
La humedad de Ceres está en marcado contraste con Vesta, un asteroide mucho más seco visitado por Dawn en 2011-12. En promedio, Ceres es más de 100 veces más rico en hidrógeno que Vesta.
Un segundo estudio, publicado en la revista Nature Astronomy, muestra dónde pudo terminar el agua congelada. Un equipo dirigido por Thomas Platz, del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar en Göttingen, Alemania, estudió 634 cráteres cuyo fondo está siempre en la oscuridad. Diez de ellos tenían áreas brilantes en el fondo y estudios espectrales de uno de ellos indicó la presencia de hielo de agua.
Fuente:Mundooculto.es